jueves, 9 de julio de 2015

EL SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL

EL SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL[1]
(SAP)
Lic. Álvaro Farías Díaz[2]

Resumen:
El presente artículo trata sobre el llamado “Síndrome de alienación parental” (SAP) y pretende mostrar ciertas analogías entre el mencionado síndrome y el fenómeno de la manipulación psicológica sectaria.
En ciertos procesos de separación conyugales en los que se presentan situaciones de alta conflictividad, dan lugar a lo que Gardner definió como SAP y consiste en manipular o programas al niño de manera tal que sienta odio o rechazo hacia uno de sus progenitores. Pretendemos mostrar cierto funcionamiento análogo entre el llamado “progenitor alienador” y el “líder sectario” que lleva adelante un proceso de manipulación psicológica sobre sus adeptos, con las consecuencias nocivas para la salud psíquica de las víctimas. Queda abierta la interrogante de si los niños víctimas de SAP estarían más predispuestos o no a la captación sectaria.

Abstract:
This paper deals with the so called "Parental alienation syndrome" (PAS), and intends to show some similarities between this entity and the psychological manipulations carried out by certain religious sects.
The PAS, defined by R. Gardner, may arise on some occasions when marriages come to an end and there is significant conflict between the members of the couple. It consists of manipulating or "programming" the child so that he or she hates or rejects one of their parents. We intend to show a similar pattern between the parent that alienates a child against the other parent, and the leader of a sect that psychologically manipulates his or her followers, negatively affecting the mental well-being of their victims. The question remains whether children victims of PAS are left with a predisposition to be recruited by sects.
  
1. Introducción:

Mucho hemos trabajado a fin de discriminar el fenómeno de la manipulación psicológica del hecho religioso, el problema social que generan las sectas destructivas y su violencia han salpicado al hecho religioso, pero resulta claro que la dinámica perversa de la manipulación psicológica o lavado de cerebro excede al hecho religioso manifestándose en otros ámbitos, hoy nos ocuparemos de una de sus expresiones ad intra del seno familiar.

Hablamos del llamado “síndrome de alienación parental” (de aquí en más SAP), un concepto acuñado por Richard Gardner y que, si bien es discutido hoy en día, el desarrollo de pruebas psicométricas estandarizadas hacen probable su inclusión en la próxima edición del DSM (Manual Estadístico y Diagnóstico de las Enfermedades Mentales).

El concepto de Gardner sobre el SAP ha ido ganando su lugar a nivel mundial y hoy cuenta con un importante reconocimiento en países como Australia, Reino Unido, Holanda, Alemania, Brasil y Estados Unidos.

2. Descripción:
En ciertos procesos de separación o divorcio aparecen situaciones de alta conflictividad en las parejas parentales, que dan lugar a lo que ha sido definido como SAP. Esto consiste en “programar” a un niño para que llegue a experimentar rechazo u odio hacia una de sus figuras parentales a partir del continuo menoscabo de la figura parental por parte de lo que se conoce como “progenitor alienador”, el hijo a partir del sentimiento de rechazo (sin justificación) termina él mismo “confirmando”  experiencias negativas a partir de la confianza que le inspira el “progenitor alienador”.

Si bien la experiencia clínica que hemos reunido nos muestra casos en los que el “progenitor alienador” es el padre, por lo general es a la inversa siendo la madre quien lleva adelante una “campaña de denigración constante” en parte motivada por rasgos de personalidad patológicos y la pérdida del sentimiento de control que, el “régimen de visitas” le genera.

Comportamientos clásicos de un progenitor alienador:
· Impiden el contacto telefónico con los hijos.
· Suelen organizar diferentes actividades con los hijos durante el período que el otro progenitor debe ejercer su derecho de visita.
· Presentan a su nuevo cónyuge a los hijos como su nueva madre o su nuevo padre.
· Interceptan el correo y los paquetes enviados a los hijos.
· Desvalorizan e insultan al otro progenitor delante de los hijos y también en ausencia del mismo.
· No informan al otro progenitor sobre las actividades que realizan los hijos (deporte, teatro, actividades escolares...).
· Hablan de manera descortés del nuevo cónyuge del otro progenitor.
· Impiden al otro progenitor ejercer su derecho de visita.
· "Se olvidan" de avisar al otro progenitor de citas importantes del niño con dentistas, médicos, psicólogos, etc.
· Implican a su entorno (su madre, su nuevo cónyuge, abuelos...) en el “lavado de cerebro” de los hijos.
· Toman decisiones importantes sobre los hijos sin consultar al otro progenitor (religión, elección de la escuela).
· Cambian (o lo intentan) sus nombres o apellidos para que pierdan el del progenitor alienado.
· Impiden al otro progenitor el acceso a los expedientes escolares y médicos de los hijos.
· Pueden irse de vacaciones sin los hijos y dejarles con otra persona, aunque el otro progenitor esté deseoso y dispuesto para ocuparse de ellos.
· Cuentan a los hijos que la ropa que el otro progenitor les ha comprado es fea y les prohíben usarla.
· Amenazan con castigos a los hijos si se atreven a llamar, escribir o a contactar con el otro progenitor de la manera que sea.
· Reprochan al otro progenitor los malos comportamientos de los hijos.
· Ridiculizan los sentimientos de afecto de los niños hacia el otro progenitor.
· Premian las conductas despectivas y de rechazo hacia el otro padre.
· Aterrorizan a los niños con mentiras sobre el progenitor ausente, insinuando o diciendo abiertamente que pretende dañarles.
· Presentan falsas denuncias de abuso (físico y/o sexual) en los tribunales para separar a los niños del otro progenitor.
· Pueden incluso cambiar de domicilio a muchos kilómetros, con el único fin de destruir la relación del padre ausente con sus hijos.

Características del “progenitor alienador”:

· Su deseo de control de los hijos sería una cuestión de vida o muerte, no pueden reconocer la independencia de sus hijos como personas.
· No respetan ni las reglas ni las sentencias, con la convicción de que las reglas son para otros y no para ellos.
· Se les puede considerar como sociópatas y sin conciencia moral, y sólo ven la situación desde su propio punto de vista, llegando incluso a no diferenciar entre la verdad y la mentira.
· Quieren controlar totalmente el tiempo que sus hijos pasan con el otro progenitor. Para ellos el permitir que sus hijos se alejen de su lado es como quitarles una parte de su propio cuerpo.
· Son capaces de convencer a cualquiera de su desamparo y desesperación, y la gente implicada en el proceso suelen creerles (jueces, policías, abogados e incluso los psicólogos).
· Pueden ser muy hipócritas y muestran que se esfuerzan para que sus hijos visiten al otro progenitor a la vista de los demás, por eso suelen alegrarse cuando los hijos manifiestan su desprecio, así ya han ganado la batalla y no son ellos sino los hijos los que se niegan a relacionarse con el progenitor odiado.
· Ofrecen resistencia a la evaluación psicológica porque temen que sus manipulaciones puedan ser descubiertas.
· Sus manifestaciones a veces pueden llegar al absurdo y a lo increíble debido a que están basadas en sus propias ilusiones y en las mentiras.
Podemos decir que estos progenitores cuentan con fuertes rasgos de personalidad paranoide.

3. Similitudes entre el SAP y la manipulación psicológica sectaria:

No es el objetivo de este trabajo el profundizar en una descripción acerca de la manipulación psicológica sectaria, para ello remitimos a trabajos anteriores (Farías, 2006 y 2008) que si bien no están disponibles en España lo estarán para quienes los demanden por e-mail, trataremos de describir las similitudes entre una y otra expresión del mismo fenómeno de violencia psicológica.
Tanto en las sectas coercitivas como en el “progenitor alienador” vemos un mismo perfil psicopatológico descripto como paranoide, caracterizado por fuertes y violentas proyecciones.
El líder sectario muchas veces con ribetes paranoides de personalidad, suele creerse un “Mesías” o una persona con una “misión especial”, portador de un “mensaje nuevo” del que se siente impelido a transmitir.
En el caso del progenitor alienador, el sentimiento de angustia que le genera la pérdida de control sobre sus hijos motiva y dispara los mecanismos propios de la posición esquizoparanoide, clivaje y proyección. Generalmente ve al otro progenitor como “totalmente malo” e inculca con su discurso esta creencia en el niño.
En los trabajos mencionados más arriba, decíamos que el objetivo del proceso de manipulación psicológica es la desestabilización del yo y su defensas, en la experiencia clínica con niños víctimas de SAP hemos podido constatar grande carencias en los procesos de estructuración psíquica y dependiendo del momento del desarrollo en el que se haya producido la separación y el inicio del SAP, graves trastornos de control de impulsos, niños agresivos, deficiencias de aprendizaje y depresión.
Así como en las sectas se habla de técnicas que apuntan a negar el discurso social y la parentalidad, en los procesos de SAP se llega incluso al cambio de apellido, análogo al cambio de identidad que vemos en las sectas.
La manipulación psicológica de las sectas y el SAP resultan ser una intrusión violenta en el mundo interno del adepto o del niño según el caso, generando fuertes estados regresivos.
Así como el discurso sectario apunta a una desvalorización de los imagos paentales, así el discurso del progenitor alienador apuntará a la desvalorización del objeto interno correspondiente con el progenitor no alienador.

4. A modo de reflexión:

Una vez más vemos como la violencia psicológica no es patrimonio de las sectas tradicionalmente entendidas dentro del fenómeno religioso.
Asistimos a un momento histórico en el que la familia, como núcleo social y célula formadora de nuevas personas está siendo atacada por políticas de género que no hacen otra cosa más que desvalorizar a la familia.
Esta desvalorización de la familia hace que cada vez sean más las separaciones y rupturas que son causa del SAP.
Podemos preguntarnos si las víctimas de SAP son más vulnerables a las sectas coercitivas, si bien no disponemos de estudios estadísticos, podemos inferir que si, y que la disfunción familiar nuevamente vemos cómo resulta ser patogénica.
Consideramos importante seguir en la línea del estudio el análisis y la discusión de éstos temas que en nuestras latitudes es poco tenido en cuenta.

Farías, Álvaro.
-  2004. Postmodernidad, el retorno de Dios. (Inédito)
            - 2006. Ladrones de libertad, un abordaje psicoanalítico al fenómeno de la           manipulación psicológica sectaria. Memoria de Grado en la Universidad         Católica del Uruguay.
            - 2008, ¿Terapias alternativas o manipulación psicológica? (Inédito)








[1] Artículo publicado en la Revista del Dpto para la Familia de la Universidad Pontificia de Salamanca
[2] Licenciado en Psicología por la Universidad Católica del Uruguay “Dámaso Antonio Larrañaga”
Av. 8 de octubre 2830/501, Montevideo – Uruguay CP 11600